Los traumatismos dentales son lesiones muy frecuentes en la infancia y la adolescencia que se producen en los dientes y en los maxilares como consecuencia de un impacto físico accidental. Entre ellos, son muy comunes la luxación o subluxación dental que pueden poner en peligro la vitalidad del diente.
El desplazamiento dental, que dentro del ámbito de la odontología se conoce como “luxación dental”, se trata de un movimiento del diente con respecto a su posición normal. Este desplazamiento puede producirse en el plano vertical o antero-posterior. Según el caso, los especialistas de la odontopediatría lo denominamos luxación o subluxación dental.
El diente suele moverse por la inflamación del ligamento periodontal o porque se han seccionado las fibras periodontales (que unen la raíz del diente al hueso alveolar o estructuras donde se sostiene el diente) en las luxaciones o subluxaciones dentales. En ocasiones, también encontramos movilidad por una fractura radicular del diente (es decir, una de las raíces del diente se ha fracturado). Lo más aconsejable en cualquiera de los casos es acudir al dentista especialista en niños, donde el odontopediatra será capaz de realizar un correcto diagnóstico y plantear a los padres o joven el abordaje oportuno para preservar la vitalidad del diente que presenta movilidad.
La luxación dental intrusiva supone un desplazamiento del diente hacia el fondo de las estructuras de soporte del mismo, es decir, supondría el hundimiento del diente hacia el hueso alveolar o estructura donde éste se sostiene. Esto se traduce en que el diente puede no verse, o aparentemente percibirse más pequeño de lo que se observaba antes del traumatismo dental. Dado el caso, es imprescindible que el dentista infantil u odontopediatra identifique correctamente esta situación mediante radiografías y planifique una terapéutica de mantenimiento de la vitalidad del diente adecuada al caso.
La extrusión dental o luxación dental extrusiva tras un traumatismo se caracteriza por la ruptura de las fibras del ligamento periodontal que sujetan el diente, lo que clínicamente se observa como un diente que se encuentra fuera de sus estructuras de soporte, es decir, del lugar donde el diente se sostiene percibiéndose éste más grande de lo que se observaba cuando estaba en su posición normal previa al accidente. Como en el resto de traumatismos, la atención inmediata por parte de un odontopediatra es fundamental para que el pronóstico de mantener la vitalidad del diente sea el mejor posible.
La concusión dental es el más benigno de los traumatismos dentales, por lo que es muy poco probable que el diente pierda su vitalidad. En la concusión dental existe una lesión de las estructuras de soporte del diente, aunque éste no presenta movilidad y se encuentra en su posición normal dentro del arco dentario.
