Los odontopediatras o dentistas infantiles y juveniles estamos formados y preparados para el tratamiento de la ATM, un problema cada vez más frecuente en la población infantil y juvenil que produce dolor en la zona mandibular. Al conocer los problemas de ATM, en nuestra clínica dental podremos diagnosticar y tratar este trastorno articular.
La articulación temporo-mandibular, de donde provienen las siglas ATM, es la articulación que existe entre el hueso temporal del cráneo y la mandíbula. En realidad, se trata de dos articulaciones, una a cada lado (derecho e izquierdo), que funcionan de manera sincronizada. Esta articulación actúa como una “bisagra” deslizante entre la mandíbula y el cráneo, y gracias a ella, la mandíbula puede moverse suavemente de arriba a abajo y un lado a otro, permitiéndonos, entre otras cosas, hablar y masticar.
Los trastornos temporo-mandibulares, comúnmente llamados trastornos de la ATM, son las alteraciones que causan dolor y disfunción en las articulaciones y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.
El dolor mandibular variable es uno de los problemas de la ATM más referidos por los niños, adolescentes o jóvenes, y se caracteriza por ser un dolor sordo, localizado en la misma articulación o en las estructuras vecinas. Pese a que este problema se manifiesta con mayor intensidad y frecuencia en adolescentes y adultos que en niños, debemos tener presente que puede aparecer a cualquier edad, y por ello es fundamental acudir a la clínica dental de niños en cuanto se detecte.
El dolor de la ATM debe ser valorado correctamente por el dentista pediátrico para poder realizar un diagnóstico adecuado, y por medio de él, establecer un plan de tratamiento y curar el dolor de la articulación ATM. Algunos dispositivos, como las férulas de descarga, son recomendados en ciertos casos por el odontopediatra o dentista de niños, adolescentes o jóvenes, y en otras ocasiones, podría aconsejarse la interconsulta con especialistas de la atm de otras áreas (como fisioterapeutas, osteópatas, etc.).
El hábito de apretar o rechinar los dientes al dormir en niños es muy frecuente. Sin embargo, este hábito llamado bruxismo nocturno puede producir molestias por apretar la mandíbula en exceso cuando este comportamiento se prolonga en la adolescencia.
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