Mordida cruzada en niños: qué es, causas y tratamiento
¿Qué es la mordida cruzada?
La mordida cruzada en niños es un tipo de maloclusión en la que existe una relación incorrecta entre el maxilar superior e inferior. Es decir, el paciente ocluye de manera invertida sobrepasando los dientes inferiores por delante de los dientes superiores.
¿Qué significa tener la mordida cruzada?
En una oclusión correcta, los dientes de la arcada superior sobresalen por fuera de los inferiores. Sin embargo, en el caso de la mordida cruzada la mordida está invertida y los dientes de la arcada inferior están por fuera de los superiores.
Tipos de mordida cruzada
Existen distintos tipos de mordida cruzada:
Mordida cruzada anterior:
Por un lado, la mordida cruzada anterior, afecta a los dientes anterosuperiores de canino a canino. La podemos ver en los dientes de leche, en los dientes permanentes, o en dentición mixta (dientes de leche y dientes definitivos a la vez en una etapa de transición). Dependerá de los años de edad del paciente.
Mordida cruzada posterior:
Por otro lado, la mordida cruzada posterior afecta a los dientes posteriores premolares y molares. En este caso, la mordida cruzada posterior puede ser una mordida cruzada unilateral, es decir, de un único lado del arco dentario, o bien, una mordida cruzada bilateral, en la que están afectados ambos lados del arco dentario.
También, en ocasiones, los bebés pueden desarrollar o empeorar una mordida cruzada posterior si la utilización del chupete o la tetina del biberón se prolonga o si la succión es muy intensa. Saber más en importancia de llevar a tu bebé al odontopediatra.
Otras situaciones que producen mordida cruzada en jóvenes son la deglución atípica y el empuje lingual (colocación de la lengua de forma que empuja los dientes). También respirar por la boca en lugar de la nariz y tener las amígdalas o los adenoides demasiado grandes ya que afectan al crecimiento de los huesos maxilares, concretamente creando una deformación que estrecha el maxilar superior.
¿Qué problemas da la mordida cruzada?
Sin duda, tener mordida cruzada significa morder de forma invertida y ello conlleva futuros problemas de crecimiento y desarrollo facial. Además, este tipo de oclusión puede producir problemas dentales, musculares, articulares y funcionales.
Desgraciadamente, esta maloclusión puede llevar a un problema en el funcionamiento del sistema estomatognático, es decir, del conjunto de órganos y tejidos que permiten las funciones fisiológicas de comer, hablar, deglutir, pronunciar, masticar, así como las expresiones faciales de sonreir, respirar o succionar.
¿Cuándo corregir la mordida cruzada?
Esta maloclusión es recomendable que sea evaluada en la infancia o la adolescencia para valorar el enfoque adecuado para establecer el tratamiento de ortodoncia necesario sin tener que recurrir al tratamiento quirúrgico.
En numerosas ocasiones, si está situación no se resuelve en la infancia o adolescencia, se puede convertir en un problema mayor que requiera de cirugía ortognática en el adulto joven. En estas edades, la aparatología de ortodoncia por sí sola no resuelve los problemas derivados de la longitud y anchura del maxilar superior y de la mandíbula.
¿Cómo se corrige la mordida cruzada en niños?
El tratamiento debe hacerse de manera precoz para evitar una alteración mayor en el crecimiento y desarrollo facial, dental, muscular, articular y funcional. Por ello, recomendamos el tratamiento entre los 7 y 9 años. En casos muy severos, incluso empezaríamos antes con ortodoncia interceptiva.
El tratamiento va enfocado a reestablecer la adecuada función masticatoria. Dependiendo del caso concreto, se evaluará un tratamiento (como expansores del paladar) u otros. Habrá que tener en cuenta si se trata de un origen dental (muchas veces por hábitos) o de origen esquelético (crecimiento del maxilar superior y de la mandíbula).
¿Qué pasa si no corrijo la mordida cruzada?
Si esta maloclusión no se corrige en los niños, pueden aparecer problemas en el crecimiento y desarrollo facial, dental, muscular, articular y funcional.
Entre ellos, podemos destacar un desgaste adverso de la oclusión, el crecimiento asimétrico de los maxilares, el empeoramiento de la mordida con el tiempo, una mordida inestable y, sin duda, problemas de índole estético-faciales.
Bibliografía